Nos
guste o no, el futuro ya es el presente. En efecto, cuando en los años 90 nos
decían que podríamos saber, gracias a una conexión a la Red a través del
teléfono, cuánta comida nos quedaba en el frigorífico y, en consecuencia, hacer
un pedido a nuestro supermercado, nuestras cejas se enarcaban en gesto
inequívoco de incredulidad. Pero ahora mismo esto que acabamos de decir es
totalmente posible, así como otras muchísimas cosas más funcionan a través de
las tres W y que, además, funcionan de maravilla.
Por
eso convertirse en un recalcitrante antagonista de todo lo que huela a virtual
no tiene demasiado sentido, la verdad sea dicha. Así que tendríamos que ir
admitiendo que lo más inteligente en estos casos es admitir de una vez que nos
toca ponernos las pilas como usuarios y admitir que si la Red de redes está
ahí, al alcance de todo el mundo, también lo está para nosotros.
Naturalmente
lo hasta ahora dicho solamente cubre una parte del espectro, ya que quedaría
otra importante por dilucidar: ¿qué ocurre con las empresas españolas? ¿Están
adaptadas a los nuevos tiempos o siguen siendo reacias a poner en marcha los
mecanismos conducentes al comercio virtual? La verdad es que se ha avanzado
mucho, y se ha avanzado bien, en lo
tocante a que una empresa tenga todo lo necesario para poder considerarse como
adaptada a los nuevos tiempos. Sin embargo no es oro todo lo que reluce, pues
las hay que no han entendido el mensaje que nos mandan las nuevas tecnologías y
siguen confiando, casi obligatoriamente, en las ventas de guardapolvos y
mostrador. Aspecto que nos encanta y que nos produce añoranza, pero que resulta
poco práctico.
Así
que es hora de abrir los ojos y decantarse por poner nuestra marca profesional
en Internet. No es una exageración si decimos que de no hacerlo nos quedaremos
al margen del gran mercado que hoy en día mueve más dinero que ninguno. Y en
los momentos actuales, con la crisis castigándonos las espaldas y padeciendo
los rigores de una situación desfavorable en lo
económico, esto es un lujo que
no podemos permitirnos.
Ahora
bien, ¿por dónde empezar? Es obvio que crearse una página Web resulta
imprescindible, pero también lo es anunciarse en un directorio profesional.
Como no queremos llenarte la cabeza con posibilidades, puede ser conveniente
que le eches un vistazo a este sitio, quizá te sirva de ejemplo. En este caso es un
directorio profesional de desguaces,
pero los tienes de todo tipo: carpinteros, fontaneros, pasteleros, etc.
¿Por qué es
tan necesaria esta acción? Pues porque muchos usuarios de la Red de redes han
interiorizado que las búsquedas más pertinentes, las más lógicas y las que
reportan más resultados son aquellas que se hacen en páginas específicas. Así
no obtendremos ni demasiados resultados ni demasiado heterogéneos. Y claro, si
nuestra empresa está entre esos resultados tendremos más posibilidades de que
los pedidos comiencen a llovernos. Así que te hacemos la pregunta clave: ¿te
apuntas a ello o quieres seguir al margen?
No hay comentarios:
Publicar un comentario