martes, 13 de octubre de 2015

Afrontar el paso al mundo virtual es acuciante para las empresas



Nos guste o no, el futuro ya es el presente. En efecto, cuando en los años 90 nos decían que podríamos saber, gracias a una conexión a la Red a través del teléfono, cuánta comida nos quedaba en el frigorífico y, en consecuencia, hacer un pedido a nuestro supermercado, nuestras cejas se enarcaban en gesto inequívoco de incredulidad. Pero ahora mismo esto que acabamos de decir es totalmente posible, así como otras muchísimas cosas más funcionan a través de las tres W y que, además, funcionan de maravilla.

Por eso convertirse en un recalcitrante antagonista de todo lo que huela a virtual no tiene demasiado sentido, la verdad sea dicha. Así que tendríamos que ir admitiendo que lo más inteligente en estos casos es admitir de una vez que nos toca ponernos las pilas como usuarios y admitir que si la Red de redes está ahí, al alcance de todo el mundo, también lo está para nosotros.

Naturalmente lo hasta ahora dicho solamente cubre una parte del espectro, ya que quedaría otra importante por dilucidar: ¿qué ocurre con las empresas españolas? ¿Están adaptadas a los nuevos tiempos o siguen siendo reacias a poner en marcha los mecanismos conducentes al comercio virtual? La verdad es que se ha avanzado mucho, y se ha  avanzado bien, en lo tocante a que una empresa tenga todo lo necesario para poder considerarse como adaptada a los nuevos tiempos. Sin embargo no es oro todo lo que reluce, pues las hay que no han entendido el mensaje que nos mandan las nuevas tecnologías y siguen confiando, casi obligatoriamente, en las ventas de guardapolvos y mostrador. Aspecto que nos encanta y que nos produce añoranza, pero que resulta poco práctico.

Así que es hora de abrir los ojos y decantarse por poner nuestra marca profesional en Internet. No es una exageración si decimos que de no hacerlo nos quedaremos al margen del gran mercado que hoy en día mueve más dinero que ninguno. Y en los momentos actuales, con la crisis castigándonos las espaldas y padeciendo los rigores de una situación desfavorable en lo  económico, esto  es un lujo que no  podemos permitirnos.

Ahora bien, ¿por dónde empezar? Es obvio que crearse una página Web resulta imprescindible, pero también lo es anunciarse en un directorio profesional. Como no queremos llenarte la cabeza con posibilidades, puede ser conveniente que le eches un vistazo a este sitio, quizá  te sirva de ejemplo. En este caso es un directorio profesional de desguaces,  pero los tienes de todo tipo: carpinteros, fontaneros, pasteleros, etc.

¿Por qué es tan necesaria esta acción? Pues porque muchos usuarios de la Red de redes han interiorizado que las búsquedas más pertinentes, las más lógicas y las que reportan más resultados son aquellas que se hacen en páginas específicas. Así no obtendremos ni demasiados resultados ni demasiado heterogéneos. Y claro, si nuestra empresa está entre esos resultados tendremos más posibilidades de que los pedidos comiencen a llovernos. Así que te hacemos la pregunta clave: ¿te apuntas a ello o quieres seguir al margen?

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