El negocio de los proveedores de alimentos

El sector de la alimentación es uno de los puntales económicos en todo el mundo. Y los proveedores de alimentos son por tanto unos agentes fundamentales que hacen de intermediarios actualmente todavía, entre el fabricante o productor y el punto de venta o establecimiento donde acude el consumidor a hacer su compra. De esta manera el consumidor tiene a su alcance una gran variedad de productos nacionales e importados a golpe de lineal procedentes de todo el mundo para saborear y degustar.

Los agentes que componen el panorama de la cadena productiva y comercializadora alimentaria son varios. Desde el productor o ganadero, pasando por el fabricante o transformador de esos productos, el distribuidor que acerca los productos finales a los supermercados y éstos últimos, donde el precio final ha ido sufriendo los costes añadidos de cada peldaño. Por tanto, el precio de venta al público es el resultado final y la suma de la cadena de producción, distribución y comercialización que marca una política de precios uniforme conforme a mercado.

Incluimos no solamente los artículos de alimentación, sino que además tratándose de los actuales puntos de venta donde encontramos desde pescado congelado a pilas recargables, pasando por leche o aceite, los artículos de non food o droguería, están incluidos. Aunque hay algún mayorista alimentacion que no incluye non food y que se especializa en una sección concreta, como embutidos, bebidas o productos ahumados. A veces coinciden en el mismo agente las labores de producción, fabricación, distribuidor y venta, pero no siempre.

Los distribuidores son una figura que a su vez conforma varios modelos según estén configurados y organizados, y cobran importancia en la medida en que el fabricante del producto final tiene la necesidad de situar sus productos en las tiendas, para lo que se sirve del distribuidor. Éste almacena y asume los costes de almacenamiento, transporte y financiación al punto de venta en cuestión. Por todo ello, recibe unas ganancias derivadas del margen comercial que le aplica a cada unidad que vende.

Así pues, y excepto algunos fabricantes que cuentan también con departamentos de distribución y comercialización, los proveedores de alimentos pelean porque sus productos ocupen los lineales de las grandes superficies o supermercados a los que sirve, así como en bares, restaurantes y pequeñas tiendas especializadas que realizan en ocasiones cuantiosos pedidos para satisfacer la demanda de sus clientes que desean probar y seguir consumiendo sus sabores preferidos.