Existen muchas y muy diferentes empresas de suministros para las artes gráficas,
pero no todas son iguales. Encontrar una que de verdad cubra las
necesidades de la empresa es muy importante para poder trabajar con
tranquilidad, sabiendo que se cuenta con un suministro asegurado, con un
proveedor serio y con un buen asesoramiento.
Muchas empresas pueden ofrecer similares suministros para
las artes gráficas y eso puede llevar a pensar que todas tienen más menos lo mismo y que el único factor
diferenciador es el precio. Pero no es así. Incluso las que comercializan las
mismas marcas pueden hacerlo de un modo diferente y esa diferencia se va a
hacer sentir cuando haga falta pedir un consejo o preguntar sobre cómo resulta
un determinado producto para un trabajo concreto.
Un buen suministrador no es un simple vendedor, es alguien
que además conoce a fondo los artículos que tiene a la venta, sabe para qué
usos son más adecuados y cómo obtener el mejor partido de ellos. También debe
de saber qué recomendar según el tipo de trabajo que su cliente quiere llevar a
cabo de modo que le ofrezca los mejores resultados, le salga más rentable y,
además, respete al máximo sus máquinas.
Prima la calidad por encima del precio
Por eso, cuando se necesita un buen proveedor para
profesionales de las artes gráficas no se debe de mirar tan solo el
presupuesto, también debe de tenerse en cuenta la calidad del servicio y el grado
de conocimientos que tiene. La experiencia es una forma muy objetiva de evaluar
todo esto, ya que un proveedor que se mantiene durante décadas en el sector
seguramente lo haya logrado porque ha sido capaz de ofrecer todo esto a las
empresas las que les suministra sus
productos.
¿Quiere esto decir que los precios no importan? Lógicamente
no, ya que si un proveedor tiene experiencia, conocimientos y buena atención
pero sus precios son excesivamente altos, no podría contarse con él ya que
obligaría a elevar los precios que la empresa de artes gráficas ofrece a sus
clientes o bien a rebajar los márgenes de ganancia.
Pero sí debe de tenerse en cuenta, llegando incluso a asumir
un coste ligeramente mayor si fuera necesario, para conseguir hacerse con un
proveedor de calidad. En algunos casos, ofreciendo exclusividad se pueden
rebajar estos costes y conseguir presupuestos más competitivos y fáciles de
aceptar.